Un día
de tanto puro amor
te retuercen el cuello,
te muerden
en los puntos dolorosos;
quieren hacerte altoparlante,
te miden,
te limitan,
te ponen precios fijos
y te llenan
de rótulos la vida,
y eso más
no permiten que revientes.
Así la soga
desde los pies al cuello,
desde que llegas
hasta cuando nos echan fuera;
así nos van matando de tanto puro amor.